miércoles, 26 de diciembre de 2012

EL SUEÑO DE FELIPE II

Los especialistas consideran que esta imagen que contemplamos sería la primera obra realizada por El Greco para Felipe II aunque no exista documentación al respecto. Se conserva un boceto en la National Gallery de Londres procedente de la colección de don Gaspar Méndez de Haro, compañero del Expolio de Cristo. Posiblemente sería un regalo del pintor al monarca para demostrar su valía o también podía tratarse de una prueba exigida por el Rey Católico antes de encargar al cretense el San Mauricio. La obra es una de las más enigmáticas de Doménikos; en 1657 el Padre Santos se refiere a ella como una Adoración del Nombre de Jesús, siendo conocido también como "La Gloria de El Greco" relacionándola con La Gloria pintada por Tiziano a Carlos V. En el siglo XIX Poleró denominó al lienzo "El Sueño de Felipe II", mientras que la denominación actual corresponde a Anthony Blunt, quien considera la tela como una alusión alegórica a la Liga Santa, alianza militar desarrollada por España con el Papa y Venecia para poner fin al dominio turco sobre el Mediterráneo. Así, los personajes representados serían Felipe II, el papa Pío V junto a dos de sus cardenales, el dux Alvise Mocenigo y don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto. Los diferentes personajes aparecen adorando al Nombre de Jesús que se representa en la parte superior de la composición, rodeado de una corte de ángeles en diferentes posturas y tamaños. En la zona inferior derecha encontramos la boca de Leviatán y una alusión al infierno que podría recordar a El Bosco, considerándose como una alegoría del poder turco, aunque también podría tratarse de un Juicio Final ya que en la zona izquierda están los elegidos, presididos por una figura envuelta en un manto carmesí. La influencia de la Escuela veneciana es palpable en la admirable sensación atmosférica y la mayor importancia de la luz y del color. La admiración hacia Miguel Ángel también se aprecia claramente en el canon amplio y escultórico de los personajes mientras que la pincelada rápida que caracteriza a Doménikos está presente en estos primeros trabajos.



Cita con la muerte (de una leyenda árabe)

Cita con la muerte


"Había en Bagdad un mercader que envió a su criado al mercado a comprar provisiones, y al rato el criado regresó pálido y tembloroso y dijo: Señor, cuando estaba en la plaza del mercado una mujer me hizo muecas entre la multitud y cuando me volví pude ver que era la Muerte. Me miró y me hizo un gesto de amenaza; por eso quiero que me prestes tu caballo para irme de la ciudad y escapar a mi sino. Me iré para Samarra y allí la Muerte no me encontrará. El mercader le prestó su caballo y el sirviente montó en él y le clavó las espuelas en los flancos huyendo a todo galope. Después el mercader se fue para la plaza y vio entre la muchedumbre a la Muerte, a quien le preguntó: ¿Por qué amenazaste a mi criado cuando lo viste esta mañana? No fue un gesto de amenaza, le contestó, sino un impulso de sorpresa. Me asombró verlo aquí en Bagdad, porque tengo una cita con él esta noche en Samarra".
-Leyenda popular árabe-